Terminamos la semana con un recetón de los clásicos, de los que enamoran a cualquiera, pero a nuestra manera. ¡Ojo! Estas croquetas no te dejarán indiferente.
Ingredientes para: 4 personas
Tiempo de elaboración: 60 minutos
Dificultad: Media
Para ello necesitarás:
1/2 cebolla
1/2 puerro
1 zanahoria
4 cdas de harina
250 ml de leche
1 huevo
Pan rallado
AOVE
Sal
Comino
Romero
Pimienta
Tomillo
1. Lavamos y pelamos la cebolla, el puerro y la zanahoria. Picamos la cebolla y el puerro muy finito y rallamos la zanahoria.
2. En una sartén, vertemos un chorrito de AOVE y sofreímos a fuego medio-bajo la cebolla el puerro y la zanahoria. Añadimos media cucharadita de sal.
3. Cuando las verduras estén bien pochadas y blandas, añadimos las especias. Nosotras hemos utilizado tomillo, romero, pimienta y comino. Removemos bien e incorporamos la harina.
4. Una vez esté todo mezclado por igual, añadimos la leche y seguimos removiendo. Removemos hasta que espese. Mejor que quede espesa para poder manejarla más adelante y para que no se nos desparramen.
5. Dejamos que se enfríe la masa de croquetas. O bien dejamos que se temple y metemos dos o tres horas en la nevera, o dejamos durante cuatro horas que se enfríe a temperatura ambiente.
6. Es hora de darle forma a las croquetas. En un plato hondo, batimos un huevo. En otro plato echamos el pan rallado. Con dos cucharas, cogemos una porción de masa y le damos forma. Mejor con las cucharas que con las manos porque es una masa blanda. Cuando tengamos las croquetas formadas, las pasamos por huevo. Deben quedar bien cubiertas, escurrimos y rebozamos en el pan rallado. Cubrimos la croqueta con el pan rallado, la cogemos en las manos con un poco más de pan rallado y terminamos de darle forma.
7. Podemos dejarlas reposar en la nevera o congelarlas. Congeladas quedan mejor y no se rompen. Freímos en una sartén con abundante aceite o en freidora. Colocamos sobre un plato con papel absorbente y... ¡Listo para comer!
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