¿Os acordáis de esas recetas maravillosas típicas del pueblo? Los roscos de hoy os trasladarán a la infancia, a esos días en los que la abueli, la yaya, la abuela, la nana... Os pedía que le ayudarais a hacer uno de sus clásicos postres.
Ingredientes para: 25 unidades
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Dificultad: Baja
Para ello necesitarás:
2 huevos
6 cdas de zumo de naranja
6 cdas de azúcar
6 cdas de AOVE
6 cdas de leche
4 cdtas de levadura química
500 gr de harina
Ralladura de una naranja y un limón
400 ml AOVE
1. Preparamos la ralladura de la naranja y el limón, y exprimimos una naranja. Si necesitamos más zumo porque no da para seis cucharadas, exprimimos otra naranja. Reservamos la ralladura y el zumo.
2. En un recipiente cascamos los huevos. Añadimos el zumo, el aceite y la leche. Batimos hasta que todo esté bien mezclado.
3. Añadimos la ralladura y el azúcar. Removemos todo bien hasta que esté integrado.
4. Incorporamos la harina y la levadura, pero antes las tamizamos con un colador. Removemos y mezclamos. Mejor con una lengua que con unas varillas, si no se nos va a quedar toda la masa pegada y nos costará sacarla. Tiene que quedar una masa blandita, si nos pasamos de harina nos quedará una masa muy compacta y luego los roscos estarán duros.
5. Nos engrasamos las manos con un poco de aceite y amasamos dos minutos más. Hacemos bolitas del tamaño de una pelota de pingpong. Juntamos dos bolitas y hacemos un agujero en del centro. Agrandamos un poco el agujero para que no se nos queden muy pequeños.
6. En una sartén vertemos unos 400 ml de aceite, lo suficiente como para cubrir la mitad de la sartén. Lo calentamos a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente colocamos unos cuantos roscos. Depende del tamaño de la sartén, pero debe haber unos 4 cm entre los roscos para que no se peguen.
7. Cuando veamos que se han dorado, les damos la vuelta. Esperamos a que se doren también y los sacamos de la sartén. Los dejamos en un plato con papel de cocina absorbente para que chupe el exceso de aceite. Repetimos el proceso con todos los roscos.
Si quieres darles el toque, puede hacer un almíbar en el que bañar los roscos, si no, en cuanto los saques de la sartén puedes pasarlos por azúcar y canela para que estén ¡más dulces aún!
Comments