Tortilla de patata con cebolla caramelizada

Miércoles internacionales con sabor nacional. Hoy tenemos una receta de aquí, un clásico que nunca falla y que rara vez no gusta.

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Ingredientes para: 2 personas

Tiempo de elaboración: 40 minutos

Dificultad: Baja

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Para ello necesitarás:

2 patatas medianas

1 cebolla pequeña

3 huevos talla L

1 cucharada sopera y media de azúcar

Vinagre de Módena

AOVE

Sal

1. Comenzamos pelando la cebolla. La vamos a lavar para evitar que nos lloren los ojos (llorarán, pero algo menos). Cortamos en juliana y reservamos.

2. Ponemos una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva. Una vez el aceite esté caliente, bajamos el fuego e incorporamos la cebolla. Echamos una pizca de sal para que se ablande más fácilmente. Tapamos y cocinamos a fuego lento durante 20 minutos. Id echándole un ojo de vez en cuando.

3. Mientras se ablanda la cebolla, pelamos y lavamos las patatas. Las cortamos en rodajas finas. Reservamos.

4. Cuando la cebolla esté casi transparente y brillante, es el momento de añadir la cucharada y media de azúcar. A fuego alto, removemos para que se caramelice.

5. Cuando tenga un color dorado, añadimos un chorrito de vinagre de Módena. Continuamos removiendo hasta que no esté integrado. Retiramos del fuego y reservamos.

6. Ponemos las patatas en una sartén y cubrimos de aceite de oliva. Las hacemos a fuego medio-suave, hasta que se empiecen a dorar.

7. Mientras se hacen las patatas, en un recipiente, cascamos los huevos y los batimos con una pizca de sal. Cuando veamos que las patatas se rompen, las retiramos del fuego y escurrimos para quitar el exceso de aceite.

8. Añadimos las patatas y la cebolla. Removemos hasta que todo esté bien mezclado. Probamos la mezcla para ver si está bien de sal, y si no, corregimos y removemos de nuevo.

9. Retiramos el aceite de la sartén donde habíamos hecho las patatas, y la ponemos a fuego medio. Cuando esté caliente, incorporamos la mezcla de huevo, patata y cebolla.

10. Dejamos que se haga durante 4 o 5 minutos y damos la vuelta. Para ello, utilizaremos un plato llano grande, que coloraremos boca abajo sobre la sartén. ¡Cuidado! Esta es la prueba de fuego, sacad la fuerza necesaria para que al darle la vuelta no se nos desparrame. Colocamos de nuevo en la sartén durante 4 o 5 minutos. ¡Listo! Tenemos nuestra tortilla hecha.

Si la tortilla está cruda para vuestro gusto, podéis dejarla un poquito más en la sartén. Podéis acompañarla con lo que queráis, yo lo hice con unas rebanadas de pan tostado y una ensalada de tomate... ¡Riquísimo!